- Un estado... un camino

#2

Te estoy hablando de ojos, mientras tú pierdes la mirada en asuntos sin importancia pero que hacen que te sientas mejor, menos ruin.
Inspiraciones ocultas entre los pliegues de una hoja de papel mojado.
Transeúntes despreocupados que compran el periódico en el kiosco del barrio y turistas que andan perdidos haciendo fotos a las estatuas de mármol y leyendo frases escritas en la pared en un idioma que ni conocen.
Despojos de una sociedad sucia y deprimida que parece irreal de tan perpleja y alejada que está de todo, de la unidad inicial.
Castas y más castas que acentúan la indiferencia, la desigualdad y las carencias que nos devastan. Enajenados... piratas en lo profundo de un valle púrpura.
Tú que eres tan valiente y en cambio estás tan asustado de ti mismo...
¿Dónde está la poesía, tu poesía? Ya nadie escribe en las puertas de los lavabos de los bares.
Ahora descifro algunas pistas sobre ti, sobre tu sombra perfumada de verdes, seca y refrescante.
Hablo de esos ojos que preguntan constantemente sobre la importancia de ver las cosas claras.
Esos ojos que de vez en cuando destilan dudas y confusiones cuando se frustran frente a un papel de oficina que apesta a burocracia.

#3

No puedo explicar cómo llegué hasta aquí.
De vez en cuando me vienen a la mente imágenes de una muerte. Recuerdos desordenados y espontáneos que aparecen de entre el fuego para luego esfumarse por los imprevistos recovecos del mañana. Recuerdos usados y desgastados por el paso del tiempo. Hechos trizas.
Creo que empecé por destruir la moral que me oprimía, las palabras ambiguas fueron desapareciendo una a una.
No podría explicar cómo llegué a este lugar, atrapada en mi propia red de consecuencias.
Esperando... Expectante.
Como Alicia tras el conejo blanco... persiguiendo un sueño incierto y arriesgado. (Emocionante)
Supongo que algo salió mal.
Pero eso, no me importa ya.
No recuerdo cómo llegué a aquel barrio, a esta cafetería, a ese motel de carretera donde las flores eran de plástico aunque crecían en macetas.

#4

Un secreto, un estado, un camino

que te llevará a la realización.

El simple hecho de valorar lo hecho.

El hecho del simple que tiene la capacidad para hacerlo.

Es el simple y llano hecho del hecho mismo.