Tu dulce lluvia me iba calando
Tus dedos contaban sin cesar todas mis vértebras...
Una a una
Despacio, más despacio aún...
Y soñé con lo que sueñan las niñas
Con fantasías mal disimuladas
Dejé atrás la piel vivida
Me transformé en mujer bajo tu cuerpo
Metamorfoseándome en agua por dentro
Sobre ti
Me derramé...
Sobre tu nombre hecho carne
Embriagados con nuestra propia imagen
Que veíamos al mirarnos a los ojos
Nos desvanecimos
En un mundo profundamente
Visual y placentero
Carnívoro y de febriles labios
De ojos brillantes y mares de terciopelo