29 enero, 2010

- La amante, después de todo



Porque lo que nos diferencia es obvio
Y el final será quizá más parecido...
Nos distancian los besos de otras bocas
No importa lo que digan
Babeantes y asquerosas
Vivimos
Más vivos que ahora
Sentimos
Cada día,
Cada gota

Maldito! Te llevaste el sonido
De todas las palabras,
Las dejaste mudas
Quedaron ahí..., apartadas
A solas, sin tu aire
Pálidas y extrañadas
Taciturnas y apagadas
Como locas

Yo le deseo lo mismo
Lo mismo en su camino
Y que se encuentre
algún día frente a frente
Con su mezquina presencia
Manipulando la esencia
De lo que para nosotros fue eterno
Y al final
El final
De un sueño...

Y ya entiendo la verdad,
Yo ya tomé otro rumbo
La consciencia se aniquila
en ausencia de la espera
Las palabras se calcan en tus labios
Las caricias, los abrazos
Son los mismos
aún más deteriorados.

Se elevan las anclas
Nos distinguen del amor
Las lágrimas
Y cuando, por fin,
descubras la máscara
Esa garra entrometida
De lo que creimos salida
Yo ya tendré otra vida,
Vida mía.

[...]

"no pienso volver a ti,
aunque me retuerza entre tus brazos
y rinda ante tu voluntad
la esencia total de
mi polvorienta cáscara
aquí en este capturado salón del sudor,
jamás pienso regresar,
 juro por la desgarrada cortina de mi virginidad
y el silencio espeso como la sangre
entre las palabras sin puentes,
que te mentiré por toda la eternidad;
y que jamás seré de nuevo
el receptáculo de tu necesidad"


                                                                                              (... con permiso, Mister Cohen ;)


Mi obra en ti prevalecerá-
-Tu obra en mi prevalece


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