22 noviembre, 2007

- CATARSIS



Vengo de tus brazos, de la unción de tu sagrado sexo. Y no puedo ser más feliz.
No había nadie pero ahí apareciste tú, calmando mis deseos, agarrándome fuerte, salvaje, intenso, mortal...
Y como dos llamas hemos crecido en un solo torrente de fuego, ascendiendo incandescentes, para luego chocar en el techo del reloj.
Que con tu fuerza me inyectas vida. Que con una caricia tuya se me sale el aire. Y tu sonrisa hace sonreir a mi corazón

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